jueves, 8 de octubre de 2009

El combate a las drogas: trampa del imperialismo: Chomsky

Durante su estancia en México, el reconocido intelectual estadounidense, profesor de Lingüística en el Instituto de Massachusetts, brindó conferencias en diversos lugares y se refirió entre otros muchos temas al asunto del combate a las drogas, y sobre el particular extraemos esto: “Estos planes forman parte de una política más general de militarización de América Latina. El entrenamiento de oficiales latinoamericanos se ha incrementado abruptamente en los últimos 10 años, mucho más allá de los niveles de la guerra fría.La policía es entrenada en tácticas de infantería ligera. Su misión es combatir pandillas de jóvenes y populismo radical, término este último que debe de entenderse muy bien en América Latina.El pretexto es la guerra contra las drogas, pero es difícil tomar eso muy en serio, aun si aceptáramos la extraordinaria suposición de que Estados Unidos tiene derecho a encabezar una guerra en tierras extranjeras. Las razones son bien conocidas, y fueron expresadas una vez más a fines de febrero por la Comisión Latinoamericana sobre Drogas y Democracia, encabezada por los ex presidentes Cardoso, Zedillo y Gaviria. Su informe concluye que la guerra al narcotráfico ha sido un fracaso total y demanda un drástico cambio de política, que se aleje de las medidas de fuerza en los ámbitos interno y externo e intente medidas menos costosas y más efectivas.Los estudios llevados a cabo por el gobierno estadunidense, y otras investigaciones, han mostrado que la forma más efectiva y menos costosa de controlar el uso de drogas es la prevención, el tratamiento y la educación. Han mostrado además que los métodos más costosos y menos eficaces son las operaciones fuera del propio país, tales como las fumigaciones y la persecución violenta. El hecho de que se privilegien consistentemente los métodos menos eficaces y más costosos sobre los mejores es suficiente para mostrarnos que los objetivos de la guerra contra las drogas no son los que se anuncian. Para determinar los objetivos reales, podemos adoptar el principio jurídico de que las consecuencias previsibles constituyen prueba de la intención. Y las consecuencias no son oscuras: subyace en los programas una contrainsurgencia en el extranjero y una forma de limpieza social en lo interno, enviando enormes números de personas superfluas, casi todas hombres negros, a las penitenciarías, fenómeno que condujo ya a la tasa de encarcelamiento más alta del mundo, por mucho, desde que se iniciaron los programas, hace 30 años”.Esta claro que todo eso que hace y gasta el gobierno Felipe Calderón en su supuesto combate a las drogas, no es más que un pretexto para contribuir a los planes estadounidenses de militarizar América Latina y criminalizar la protesta social.

noam Chomsky
Foto: Archivo

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